Existen algunas condiciones que pueden hacer que nuestro cerebro no funcione de la manera habitual. Esto puede ser porque algo, como una enfermedad neurológica, haya provocado cambios a los que necesitamos ajustarnos. También es posible que se deba a que el funcionamiento del cerebro no sea el típico (como puede ser en el trastorno por déficit de atención, el autismo o la discapacidad intelectual, por ejemplo). Como neuropsicóloga clínica, evalúo las capacidades cognitivas, conductuales y socioemocionales para establecer cuáles son los puntos fuertes y débiles y así poder llevar a cabo estrategias de intervención que ayuden a adaptarse mejor en la vida diaria.
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Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
